
Y el otoño me dijo:
- quédate quieta, derramaré mis hojas sobre tu espalda.
© Isabel Montero
Foto Isabel Montero
Epifanía en la luna

Y el otoño me dijo:
© Isabel Montero
Foto Isabel Montero

La asociación de vecinos “Valle Inclán” del barrio de Prospreridad en Madrid, me ha invitado a participar en este encuentro poético. Lo haré con el poema “Mareas” incluido en mi libro “Plasma de los vivos”, editado por la Delegación en Corte de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.
Muestro mi profundo agradecimiento a la Asociación “Valle Inclán” de Prosperidad.
Mareas
Ha subido la marea de repente
sin esperar a la luna.
Ha subido y me ha saludado
en la angostura de la noche
como si me conociera en fiebres de madrugada.
Como si en otro tiempo también hubiera estado allí.
Creo, que incluso la recuerdo
saludándome desde la orilla, levantando una bandera roja.
He sentido tal como se siente al mar.
Como se siente al mar subir a veces.
Como se siente el nudo del agua en la garganta.
He sentido subir.
Subir el agua
a trompicones
o levemente subir y cubrir mi arena fina
desde la isla hasta los voladizos.
Y mojar el suelo frío.
Isabel Montero
Mareas, es un poema ambientado en la ciudad de San Sebastián/Donosti, concretamente en la Playa de La Concha.

La poesía para mí, es lugar de encuentro en la palabra. Un modo de hacer e intentar entender la vida y de trabajar para que el lector también lo entiendo.
Es una manera de hacer que se constituye en un arte de la palabra, de su estética y que nos une en un mismo ritmo. Mi poética se encuadra en una filosofía de las pequeñas cosas y se abre a múltiples significados e interpretaciones para que el lector encuentre también su lugar en la obra poética,

Hoy hace ocho años que inicié este blog con un humilde objetivo, proyectar la poesía y lo relativo a ella y como no trabajar un hábito lector.
Me reconozco en un trabajo educativo en el primer momento.
Lo qué empezó siendo un proyecto sencillo ha ido creciendo e intercambiando saberes con otros poetas y escritores.
Aquí seguiré, celebrando los quinientos lectores que ha alcanzado Epifanía en la Luna durante estos ocho años.
Solo puedo deciros gracias a todos los que os acercáis a estas páginas virtuales desde todos los rincones del mundo. Vosotros sois los que hacéis grande este trabajo y mantenéis viva la llama de la poesía.
Para celebrar este cumpleaños, voy a compartir un poema de mi poemario Contracorriente que espero sea del gusto de los lectores.

Inequívoco
Soy alma y vida.
Soy cuerpo incandescente.
Soy frío en el destierro,
en la añoranza, soy.
Soy calor en gota fría.
A veces luz,
a veces ira, o templanza, o pasión, o miedo.
Y agua que corre abrupta en las laderas.
Y rio,
y mar,
y embalse contenido.
Soy.
Isabel Montero


Después del tiempo
incesantes hojas ocres
amanecen húmedas.
Discurre el tiempo del viaje en esta
Geografía.
Queridos amigos del blog de Epifanía en la Luna, son ya seis años los que llevo con vuestra compañía, vuestros comentarios, vuestras lecturas. Sin vosotros este blog que se llena de amigos, no tendría sentido. Sois vosotros, lectores amigos los que lo mantenéis vivo.
En estos seis años hemos ido incrementando esta familia con amigos de este país y los que habéis ido llegando de lejos de toda la blogosfera, Canadá, EEUU, México, Argentina, Venezuela, Uruguay, Taiwán, Japón, Paraguay, El Salvador, Italia, Australia, Noruega, Turquía, Colombia, India, Uruguay, Chile, Francia, Portugal, Dinamarca, Brasil, Bulgaria, Rumania, Islandia, Eslovaquia, Bélgica, Reino Unido, Perú entre otros…Es fascinante de verdad reunirse alrededor de las palabras
Aquí he hecho grandes amigos e interesantes descubrimientos. Desde aquí quiero daros las gracias desde este Madrid, en un Otoño en el que por fin ha asomado la lluvia. Gracias por estar ahí. Un abrazo a todos.
Respondiendo a las demanda de mi notable e insigne profesor Don José Luis D. realizo un poema que indigne que no «indignado» término este ya desgastado, muy usado. Un poema que enfade, que…
Y ¿Dónde voy a buscar la inspiración? En los grandes por supuesto. De todos son conocidos los poemas satíricos-burlescos de Lope de Vega, Luis de Góngora, Quevedo y por supuesto sin el menor ánimo de de emularlos salió este poemilla.
A las chicas, compañeras de taller: Una de risas.
¡Buenoooooo! Tambien a los chicos por compartir la tarde a carcajadas.
Me gusta cuando callas porque tu hálito se detiene
y no aspiro de cerca el barniz que expulsa tu boca
parece que así, callado, con tus labios bien sellados
evita que se propague la peste de cordero degollado
y el tufo de una fábrica de pate de hígado de oca.
Como en todo, en la vida hay que saber callar
y si es posible, a tiempo, en un justo momento.
¿Sabes por qué alma mía? Te lo voy a explicar:
porque estás mejor callado, hermético, cerrado
que emitiendo sonidos de sabor amortajado.
Me gusta cuando callas y estás como distante
porque tu olor a cerdo no llega a cada instante.
Es lucha de titanes, gusano de fruta de nevera
cuando subes el brazo, oler tu peluda sobaquera.
¡Apártate de mí ser putrefacto, casposo andante!
Déjame que te diga, marrano e indecente
que el aliento te huele y no a pasta de dientes.
Ciérrame así la boca y baja bien los brazos
que de sentirte al lado vomito ya y a destajo.
¡Por favor no me pidas un beso!