«Barro líquido» es una «plaquette», obra en pequeño formato, del poeta y amigo Oscar Rodrigañez Flores.
El barro se moldea, e incluso se escurre entre las manos. El barro como materia tangible transferido a la palabra poética de Óskar. «No sólo hay un camino» dice Óscar en su poema Camino escarchado, «soñamos por seguridad/y la vida se renueva» y así el poeta, moldea emociones, expectativas, realidades, como dice «Guillermo Lopetegui» en su prólogo: » haciendo de nuestro barro líquido, materia sólida y luminosa.
He destacado de entre toda esta vida, el poema que Óscar dedica a las 20.000 víctimas, y 5000 muertos afectados por la intoxicación del aceite de Colza en 1981. Este año fue mi primer curso en Madrid y quiero también recordar a aquellos alumnos, a aquellas familias…Aún se sigue trabajando por un reconocimiento justo de una masacre, que como dice Óscar: «sufrimiento excesivo de esta vida.
Me ha emocionado leer el prefacio que dedica a «Barro liquido» el escritor Manuel Quiroga Clérigo, recientemente fallecido. Es difícil para mí hacer una reseña, máxime de un poemario que me llega al alma ya por su calidad literaria ya porque es el poemario de un querido amigo. Siempre digo que soy una poeta sencilla y ahora estoy como lectora que se emociona e incluso quiere ir más allá para saber qué hay, detrás de la creación de cada poema. Escrutar todos y cada uno de los pensamientos que hicieron que Óscar escribiera esta obra poema a poema y de una manera lineal tan bien engarzada.
Las plaquettes que edita la editorial Búho Búcaro son exquisiteces en forma y contenido. Un placer para el paladar del lector. Solo me queda mi Enhorabuena a Óscar Rodrígañez, amigo y compañero de poesía por este trabajo tan bien moldeado a pesar de hacerlo con «Barro líquido» . Un beso enorme y mi gratitud por tener en mis manos tu obra!!!
Isabel Montero Garrido
Madrileño. Licenciado en Osteopatía (ejerce desde 1996), Presidente de Ediciones El Búho Búcaro .
Barro Líquido, Oscar Rodrigañez, Foto Isabel Montero
VII velada Poético-Musical en Ibarrecruz (Poesiaren Iturrian/en la Fuente de la Poesia) y fue en Eibar (Gipuzkoa) el sábado 8 de junio de 2019
Si la poesía constituye un arte creativo y expresivo en sí mismo, la armonización de voz, recitación, música y canción en sincronización se erigen en una “performance” o acción artística que genera la máxima sublimación en quienes lo realizan y en el espectador como parte activa en esa creación, en la capacidad de emocionarse y ser creador asimismo en cuanto a la interpretación del efecto que le produce el hecho artístico que contempla.
Y esto es lo que ocurrió el pasado viernes 7 de junio en Eibar, durante la VII velada Poético-Musical en Ibarrecruz, Poesiaren Iturrian, acto en el que estuve invitada por su organizadora Maite Lorenzo Sánchez responsable del Taller de Poesía Itzanma de Eibar, y en el que tuve el honor de participar al lado de mis amigas Dory Lansorena e Idoia Arteaga Garmendia. La poeta y periodista Dory Lansorena lidera el programa dedicado a la poesía “El refugio de Calópe” que se emite en la emisora Donostiarra Kasares Irratia/radio Casares, con la colaboración de Idoia Arteaga Garmendia y Bixen Aramburu.
En total fuimos 32 rapsodas y poetas al unísono. El tema era libre por lo que se conjugaron poemas de grandes maestros de la literatura y de poetas actuales que acudimos desde diferentes puntos de la geografía. Bilbao, San Sebastián, Rioja, Madrid por citar algunos. Además, intervinieron el Koro Txiki Juan Bautista Guisasola y las voces de Sostoa Abesbatza. Al piano, el gran Alberto Egia Blanco.
Larga fue la lista por tanto, la cual cito a continuación por el orden participativo.
En primer lugar, el Koro Txiki abrió el recital, detrás y por este orden:Araceli Bono, Begoña Sánchez, Elena López, Elisa López, Maria Pilar Sanz, Mariaje Saez.
Seguidamente el coro Txiki nos hizo vibrar con Caresse Sur l´ocean para pasar a escuchar a:Marta Ugartechea, Pilar Medina, Verónica Igareda, Elena Martín y Maite Lorenzo.
Maite Lorenzo recitando un poema de Maria Teresa Cervantes
Maite Lorenzo Sánchez recitó un poema de la gran poeta de los 50 y de la actualidad, María Teresa Cervantes, una gran creadora, que actualmente reside en su Murcia natal y es Mujer avanzada a su tiempo.
Tras la actuación de Maite, escuchamos Iñundik Iñoare interpretada por las voces del Koro Txiki Juan Bautista Guisasola y tras esta dulce interpretación escuchamos a:
Tras ellos los temas musicales, El mar Muerto y Alma, Corazón y Vida en la primera intervención de Sostoa Abesbatza., pasando a la recitación de los poetas:
Amenizados por Sostoa en el interludio con Ojos Brujos y Kantauri nos acercamos al final del recital interviniendo:
Dory Lansorena, Isabel Montero Garrido, P.M. Losua, María Diaz e Idoia Arteaga.
Idoia Arteaga Garmendia, Dory Lansorena e Isabel Montero Garrido antes del recital.
Por último, recitaron a dúo Rafa Herce y Alberto Oswaldo.
Como comentaba al principio de la Crónica la idea de que el conjunto del acto se constituyo en un elemento de Arte que sublimó a los presentes e hizo emerger la energía creadora delante de la fuente. Se respiraba belleza.
No me queda más que agradecer esta invitación al evento y dejar una muestra del Vídeo cedido por Maite Lorenzo y que tan magníficamente elaboró el cámara Miguel Sánchez. Sin él esta contemplación posterior no sería posible.
Gracias a todas las personas que intervinieron para hacer realidad esta magia que fue la VII Velada Poético- Musical en Eibar.
VII velada poético musical en la fuente de Ibarrecruz en Eibar. Organizado por: Maite Lorenzo Música: Alberto Luis Egia Y la colaboración de: Coro Juan Bautista Gisasola Coral Sostoa Miguel Sánchez Audiovisual.
Video cedido por Maite Lorenzo Sánchez
Entrada Dedicada,
A mi amiga y poeta Ángeles Cabeza Martínez que falleció esa misma noche o madrugada en Madrid, le dedico esta entrada en el Blog y mi intervención en la velada con el poema De un Sueño Real/ Alma Casa de mi libro “Plasma de los vivos”, Editado por la Delegación en Madrid, de la Real Sociedad de Amigos del País. Porque sé Ángeles querida, que tú también estuviste en Eibar. (Goian Bego Ángeles)
Poesía es oler el crujir de las hojas en un otoño, escuchar el azul del cielo entre las manos, respirar el viento y palpitar, cuando un rayo de sol casi frío penetra, a pesar de todo, hasta el fondo de nuestra alma.
Isabel Montero, Cita
Otra vez de nuevo aquí. Saludamos al Sol y a todo lo que nos indica que hoy es septiembre. El plasma solar nos indica que el verano quiere ya a atenuar su luz audaz, y es la lumbre tenue del otoño la que quiere llegar de nuevo. Seguir leyendo «Septiembre»→
He terminado de leer esta novela de Care Santos (1970), que ha sido premio Nadal 2017. Una historia de cinco mujeres que se reencuentran tras treinta años sin verse. Es la historia del paso del tiempo, la culpa y el perdón.
Una vez escuchó unos ojos verdemares. El sentido estalló inherente a la mirada; inhaló la frescura y se metió dentro de las aguas, sin respirar.
Las algas, le rodearon las piernas y le besaron, suaves. Le rozaron el vientre y le acariciaron la espalda desnuda. El deseo recorrió su columna y se dejó llevar.
Las estrellas ajustaron su color al tono de los ojos en los que buceaba. Se movía en esos ojos arriba y abajo, revolcándose en la arena verde del fondo del océano. Las Partículas de Plancton alimentaban su hambre; las ansias prodigiosas alimentaban su sed en las fuentes que manaban de los geiseres marinos. Y todo era bueno. Olor a menta en coctel de mojito.
En los ojos verdemar, océano de las aguas cálidas, vivía Tritón con un tridente. Cuando el verde se volvía oscuro y la noche anunciaba que no existía final del túnel comenzaba su performance. El mismo dios del mar se hacía en ese instante una caracola gigante con numerosos recovecos que silbaban fuerte. Así hacía subir las olas, desplazaba a las algas y las estrellas del cielo verde de las aguas y agitaba el mar. Las olas entonces enloquecían hasta hacer desbordar las lágrimas de todos los tiempos. En aquel momento la piel se le erizaba y todo el ajuar verdoso le hacía daño, le producía dolor por todas las partes de su cuerpo. Solía acabar dentro de la caverna escuchando el ruido terrible de Tritón. Lo atormentaba. La voz de aquel caracol se había convertido en la bestia más salvaje.
Creía que era el ser más desgraciado que nadaba en los ojos verdemares y dudó; y supo que quizá el comienzo, había sido un espejismo de desierto y el verde era rojo o azul más amarillo.
Fue en ese mismo momento que se dio cuenta que podía salir cuando quisiera y correr sobre las aguas.