Hoy, es otoño seco,
agua drenada.
Octubre mojado de Sol, de
hojas estrujadas en árbol,
hojas-pergamino viejo que
no tendrán color.
Solo pardo.
No hay naranja en el entorno,
ni rojo que incite cantos de gorriones,
en jardín carente de humedad.
Algunas palomas vuelan bajo,
entre los hombres
entre las mesas del
quiosco del parque.
Sorben unas migas rancias y aceitosas.
El otoño amaneció sediento.
Solo algunos hombres supieron
que dijeron sabios de Grecia
en la esencia.
Y se marchan los gorriones.
Isabel Montero
(Todos los derechos reservados)
Vídeo subido de internet
Isabel Montero Garrido 
Magnífico poema que retrata la situación de este anómalo otoño, querida Isabel. Las hojas se caen -ya empezaron en agosto- por falta de agua y produce dolor el contemplarlos.
Me han gustado muchísimo los versos y en general toda la entrada.
Felicidades y un abrazo muy fuerte.
Muchas gracias Isabel, me alegra que te transmita todo lo que quiero decir como tú dices en este anómalo otoño en todos los sentidos. Gracias, de verdad, querida amiga, un fuerte abrazo!
¡Muy bello, Guiomar! Otoño lleno de magia, nostalgia y encanto… ¡Abrazo! 🙂 :*
Gracias Lusalo, me encanta verte en mi blog! Un fuerte abrazo!
Con gustooo… ¡Gracias, otro para ti! 😉 🙂
Muy hermoso poema que expresa la carencia de humedad, de agua, en este otoño amarillento pálido, sin apenas gorriones. Me gustó mucho, Isabel. Y te mando mi abrazo fuerte.
Muchísimas gracias Julie, me alegra mucho tu aportación para reforzar el sentido del poema. Me apena mucho la carencia de gorriones, y este tiempo tan seco, tan plano que casi se ennegrece
Por momentos. Como siempre mi cariño y un fuerte abrazo.
Hace poco tiempo (poco más de un mes) leí un breve libro de Henry David Thoreau donde básicamente hablaba de las hojas secas que el otoño desparramaba por el bosque donde vivía. Ésa es la verdadera mirada del poeta, esa mirada que ve en lo más pequeño lo maravilloso y hace con ello una nueva muestra de maravilla y belleza.
Un abrazo.
Así es Borgeano, esa es la mirada del poeta. Thoreau, impresionante por cierto. Un saludo!
Thoreau es uno de esos tipos que cuando me siento por el piso siempre viene en mi ayuda, me pone la mano en el hombro y sé que todo va a estar bien.
Abrazo.