Un buen libro es una ventana al mar. Un canto de libertad.
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Notas en el metro, apuntes en el móvil
Antes de todo, antes de que el tiempo fuera tiempo, antes de que la niña tomara conciencia de un Dios Cronos, se sentó en la escalera de aquella casa distinta, que no era su casa, con un moño alto sobre su cabeza. Era pequeña la niña del moño alto y un vestido blanco almidonado. Todavía la niña no sabe de qué antes de que todo fuera diferente,llevaba dos trenzas, un flequillo sobre la frente y otro vestido blanco sin almidonar y un jersey jaspeado debajo asomando unas mangas que se le habían quedado cortas . Hacia frío en una cocina. Ahora sentada en la escalera tiene un moño alto y hace calor. Pero la niña se queda helada en la escalera. Casi ya no recuerda el mar


Hilvanes de camino
He regresado a mi y vuelto a mis preludios,
he desandado la ruta y omitido el reverso-camino.
De la sombra del ciprés ya no queda nada.
Con la maleza descrecida
y peces de río abocados al mar
hoy, sin previo aviso he subido al ático de nuevo con similitud
con la misma perseverancia
con la misma confusión.
He regresado a mí, sí.
Me he regresado y en sobresaltos
he avistado huella-madre en cavidad opaca, en gris,
con ritmo equidistante: soy-no-soy.
Me he regresado como el chirriar de las gaviotas
sobre los botes de madera, sobre el acantilado verde.
Y de nuevo veo la tormenta y desentraño la hiel
La licuo y sorprendo a la luna en la azotea en
altura-alma.
El cielo ya no sabe a mar.
otra vez mar
En el lapso en el que todo pase
en el que exista un todopoderoso ajeno
volverás tú,
tú volverás a llenar el mar con palabras y rezos laicos.
Las plegarias de latidos contra el puente
ahuyentarán los lobos otra vez de nuevo
y serás voz
y serás agua
y serás río y ría y mar
otra vez mar y salitre desbocado.

