En el lapso en el que todo pase
en el que exista un todopoderoso ajeno
volverás tú,
tú volverás a llenar el mar con palabras y rezos laicos.
Las plegarias de latidos contra el puente
ahuyentarán los lobos otra vez de nuevo
y serás voz
y serás agua
y serás río y ría y mar
otra vez mar y salitre desbocado.