Sobre libros

«Larga será la noche», novela

Conocí a Presina Pereiro en la red social de Facebook y poco después, coincidimos en una tertulia on line liderada por el escritor Justo Sotelo, en la que su poemario “Arde Prometeo” y mi libro de poemas “Intervalos”, fueron concurrentes en una presentación, junto a dos poemarios más, de mis admirados y queridos, Javier del Prado Biedma y Miguel Ángel Yusta.

A partir de ese momento fui tomando contacto con esta autora malagueña y registrando lo concerniente a sus publicaciones en redes, en las que siempre encontraba un matiz humanístico y filosófico.

Eso hizo que me acercara cada vez más a su obra y a su persona. En este sentido, he leído su última novela, texto que para mí ha sido un descubrimiento ya no solo en la temática, sino por la calidad en la escritura.


En “Larga será la noche” de Ediciones del Genal, la autora nos traza un mapa textual de dos momentos históricos claves, cuando el mundo está hecho pedazos y la inestabilidad político y social predomina aparecen, por un lado, el proceso de formación de la llamada Gran Alemania, que culminará con el exterminio de judíos, gitanos, negros, enfermos, que a juicio de Hitler, interfieren en el gran proyecto de pureza la raza aria y de la supremacía de esta,  y por otro lado, los años previos y gestación que facilita a un grupo de militares españoles en Tetuán, dar un Golpe de Estado que tendrá como consecuencia la destrucción del gobierno legítimo de la II República española. Entre ambos procesos y sucesos y en torno a las minas de wolframio en Andalucía y Extremadura se entrelaza una trama con una intensa historia de amor, encuentros y desencuentros entre los personajes. Berlín, Málaga, Madrid, Tetuán, Badajoz son escenarios para tratar magistralmente aspectos como el amor y la infidelidad, la juventud, la cuestión judía, la diferencia de clases sociales… Es un retrato certero de un momento histórico, que culmina con un suceso cruel que ocurrió en la guerra: la masacre de la carretera de Almería donde da comienzo esa larga noche que seguirá hasta el 39, con el triunfo de las tropas franquistas.

Presina estudio Filosofía y Letras en la UMA. En sus estudios de Doctorado se dedicó exclusivamente a la investigación histórica becada por el Centro Superior de Investigaciones Científicas. Ha participado en movimientos sociales y culturales sobre todo los que están relacionados con la mujer ya que es cofundadora de asociaciones feministas como la Asociación de Estudios históricos para la mujer, entre otras. Es autora de novelas, relatos, ensayos y poemarios.  

Las novelas, “No dejes de buscarme”, Editorial Albores, 2016 y Ed. del Genal 2017, “Crónicas del mal amor”, Ed. Del Genal, 2017, “El otro lado del cristal”, Ed. Alfeizar, 2017,  que quedó finalista III Premio de Novela Alfeizar, “Pasar haciendo caminos” , Colección Manguta de libros, 2019; relatos y ensayos “Del color de la tierra y las uvas” (2017), “El sol está a 23º 27´” (2018), “El viaje de un poeta a Nueva York” (2018), “Planeta 50/50” (2018), “La huella de su cuerpo en el sofá”, (2018), “El leviatán en el génesis”, (2022) entre otros; los poemarios: “Arde Prometeo”, Colección Iris del Genal, “No he venido a ver el cielo”, (Elvo Editorial) y numerosos estudios e investigaciones históricas, se encuentran entre sus obras.

Pereiro, como historiadora, sabe indagar en el pasado y recabar los datos para construir con fidelidad histórica unos hechos que documentan el argumento para esta novela, en la que convierte la realidad en literatura. Es una novela imprescindible, que no nos va a dejar indiferentes, de prosa cuidada, escenas bien armadas y diálogos fantásticamente construidos. Una historia que conjuga artísticamente la realidad y la ficción. Una trama encuadrada en la historia y la verosimilitud durante todo arco de la narrativo.

Isabel Montero Garrido


«Larga será la noche», novela

Presina Pereiro

Ediciones del Genal

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relatos Isabel Montero Garrido

La nochebuena

Acababan de dar las diez y quince en el reloj del salón en el que había dejado la cena para los señores de la casa y sus cinco hijos. No hacía nada que habían llegado de celebrar la eucaristía de las nueve, que, en la parroquia de ese barrio adinerado, hacía las veces de la misa del gallo. Se trataba de una familia muy religiosa. Magdalena tenía permiso para ir a cenar con los suyos a pesar de trabajar como interna. Así mismo se lo dijeron.
—Mañana no se quede Magdalena que es Nochebuena, déjenos la cena para servir y vaya a cenar con los suyos, le dijo la señora el día anterior.
A ella le llamó la atención lo de los suyos porque en once meses que llevaba trabajando en esa casa, no le habían preguntado si tenía familia. Jamás de los jamases.
Magdalena entró a servir por su prima Dorita que hacía unas horas en esa misma casa por el tema de la colada y la plancha. La interna que tenían los señores de Angulo se había marchado a su tierra allá en Ecuador.
—Se ve que tenía allí a sus hijos y llevaba más de tres años sin verlos. Se ve que no aguantaba más chica, le dijo Dorita.
—¿Pero no quieren informes?
—Mira Magdalena, la señora tiene cinco hijos, una casa enorme, y está desesperada. Por supuesto, me lo ha propuesto primero a mí. Le he dicho que no. Que imposible. Tú sabes mija, que yo tengo marido e hijos. Yo a mis niños desde que me los traje, no los dejo.
A las diez y treinta minutos exactos, salió Magdalena por la puerta, atravesó el jardín y cruzó la carretera a grandes zancadas hacia la parada del autobús. Se divisaban ya las luces de los faros al alcanzar la curva de arriba de la calle. 
—Si pierdo este autobús, Dios sabe, y se santiguó.
El trayecto del autobús al intercambiador en el que debía coger el metro duró tres cuartos de hora, en los que Magdalena, aprovechó para enviar algunos wasaps de felicitación y contestar a otros. También le puso uno a su marido.
—Estoy a medio camino.
A medida que el autobús se acercaba a la ciudad, se podía ver el reflejo de los adornos y las luces de navidad. Un derroche de luz y color: guirnaldas, edificios que pestañeaban en distintos tonos, y música, se podían oír villancicos cuando el autobús abría y cerraba las puertas en cada parada. Subía poca gente. Esos autobuses interurbanos que bajan de las urbanizaciones no suelen ser de recogida sino más bien de bajada de personas a distintos puntos de la capital.
Ya en el andén del metro tuvo que aguardar veinte minutos.” Por causas ajenas a Metro hay retrasos en la L1, L2, L6, disculpen las molestias, gracias”, se escuchaba de vez en cuando por megafonía, y unos letreros luminosos por les que pasaban las palabras como en una cinta transportadora, se hacían eco del mismo mensaje. 
Magdalena volvió a los wasaps. No paraban nunca. Vio que su marido no había contestado. Ni siquiera lo había visto. 
Por fin el metro entró en el andén. Aun le quedaba un buen trecho porque, aunque esa línea iba directa y no debería hacer ningún cambio, todavía tendría que coger un autobús que la llevara hasta su barrio. Por suerte, pudo cogerlo sin esperas.
Poco faltaba para las doce cuando se avistaron las primeras casas del barrio donde vivía. Se accedía por una carretera comarcal que en su último tramo estaba sin asfaltar. El autobús daba saltos y tumbos. Magdalena viajaba sola y el autobús se detuvo apenas un minuto para que se apeara. Entonces, corrió por las callejuelas estrechas de casas bajas. Algunas habían encendido las chimeneas. De otras se oía jolgorio de “campana sobre campana”. Cuando llegó a la suya abrió con premura la puerta y allí estaba José, despanzurrado en el sofá boca arriba, con un hilillo de saliva que le caía por la comisura de los labios. Borracho perdido. Muy borracho. Apenas entreabrió los ojos cuando ella le sacudió y emitió un gruñido para seguidamente, girarse sobre sí mismo. 
Magdalena le echó una manta por encima, y lloró. Lloró apenas cinco minutos. No se permitió más. Encendió una vela de Navidad de esas de olor que le había regalado la señora el día de antes. Se abrió una lata de paté que traía en el bolso y se lo comió a cucharadas. Había olvidado comprar el pan.

©Isabel Montero Garrido

Se trata de un cuento que escribí en Navidad por no se qué motivo. Pura prosa y pura ficción.

Aniversarios

Feliz 2024 y Paz para el mundo

Queridos amigos y amigas,
toca hacer balance. En general ha sido un año con mucho trabajo físico, recuperándome de una operación grande de prótesis de cadera. Aún me resiento con eso de los daños colaterales, y voy pausada…Públiqué mi tercer poemario, El fulgor, en Mahalta. Lo bautizamos en Euskal Etxea con Íñigo como presentador, una vez más. También en Corella, con la Concejala de Igualdad, Pilar Pérez Gil. He hablado sobre mi proceso creativo en el Espacio de Igualdad Gloria Fuertes de Madrid. También estuve en La imprenta, Y firme en la feria del libro de Madrid, en la caseta del Centro de Arte Moderno. Recité en Eibar. Se fueron Marita, María José y Catalina, que descansan en paz. Fui feliz siempre con mi fondo triste. Viajé, fui a conciertos y a exposiciones. He leído hasta dejarme el alma, y escribo en prosa, también en verso. A pesar de ello fue un año en soledad y decepciones, salvado a pulso con mi marido y mi hija.

En el 2024 continuaremos la marcha de mil y una maneras
curiosos o discretos, humildes o arrogantes, inciertos o seguros.
En alguna ocasión gritaremos
de rabia o de alegría o de
consternación y lloraremos también porque llorar es bueno.
Seremos crédulos, también, desconfiados. Amables, pendencieros o buscadores de conchas.
Amaremos, soñaremos o perderemos los sueños igual la misma tarde.
Soltaremos amarras, arriarémos
velas o echaremos el ancla.
Continuaremos a pesar del frío del invierno, del calor del verano, del precio de la luz y el gas, de la injusticia y de las guerras. Y pensaremos, «que no nos toque».
Veremos el correr de ríos y torrentes
y las inundaciones
las veremos despacio en el televisor.

¡Feliz año nuevo!
Urte Berri on!
Qué 2024 sea benévolo con todos nosotros y nosotras.
Qué sea bueno con el mundo también.
Salud, y Paz para 2024

Isabel Montero Garrido

Aniversarios · Pensamientos

Navidad

Giotto di Bodone, Natividad de Jesús , 1303-1305. Fresco, 200 x 185 cm. Padua: Capilla Scrovegni

Ha llegado el momento de recogernos para disfrutar de estas fiestas, cada uno en la medida que las piense o las sienta. Que sean al menos lugar para la reflexión, para el descanso y para actividades que nos hagan crecer como personas.

Por mi parte, transmitiros mi deseo de una feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo enmarcado en la Paz y la Concordia de la Humanidad.

Nos encontraremos aquí y en las otras redes que comparto, siempre desde la amistad, el respeto, el arte y la cultura.

Jai hauetaz gozatzeko unea iritsi dela uste dut, bakoitzak pentsatu edo sentitu ahala. Hausnarketarako, atsedenerako eta pertsona gisa hazten lagunduko diguten jardueretarako leku izatea gutxienez.

Nire aldetik, Gabon zoriontsuak eta Urte Berri oparoa opa dizkizuet, Bakearen eta Gizateriaren Konkordearen inguruan.

¡Feliz Navidad, próspero Año Nuevo!

Eguberri on eta urte Berri on!

presentación libro

Presentación en Corella, El Fulgor de las aguas entre los árboles.

La presentación de El fulgor de las aguas entre los árboles, en Corella ha sido entrañable y emotiva. La sala de exposiciones de la Casa de la Cultura, se ha llenado.
En la mesa Pilar Pérez Gil, concejala de bienestar social, igualdad y medio ambiente y yo misma.

Presentar junto a Pilar ha sido todo un trabajo de coordinación muy emotivo. Un ejercicio de sororidad. ¡Gracias Pili, ha sido un placer!

Con el txistu, los músicos Lidia y Alfredo, han realizado un magnífico trabajo de interpretación .

Y el maravilloso público.

Nos hemos sentido envueltos en una atmósfera casi mágica, telúrica. Una fuerza primigenia que nos ha trasladado al monte y al mar, a ritos ancestrales, a vivencias emocionales fundidas con la tierra al calor de la poesía y la música, a pesar de que hoy soplaba el cierzo del Moncayo.

Ha sido muy gratificante estar en Corella con El Fulgor.

Gracias a Pilar por esta iniciativa y al ayuntamiento de Corella.

Gracias a todxs lxs que me habéis acompañado, algunos que han venido de otros puntos de la geografía Navarra a pesar del frío desapacible y el viento.

De verdad, no sé cómo daros las gracias.

De corazón/bihotz bihotzez gracias/eskerrik asko!!!!

El fulgor de las aguas entre los árboles.
Ediciones Mahalta
Portada Kepa Lucas
Prólogo Raquel Pérez

presentación libro

Presentación El Fulgor, en Corella, Navarra

El fulgor de las aguas entre los árboles llega a Corella el jueves 23 de noviembre.
Nos vemos en la Casa de la Cultura a las 20:00 h, en la sala de Exposiciones.
¡No me falles!
Acompañarán la presentación los txistularis Lidia y Alfredo, porque este libro de poemas recrea una historia en los montes que rodean la Bahía de Pasaia.
«El fulgor de las aguas entre los árboles» tiene una portada del pintor donostiarra Kepa Lukas, un acrílico que se titula Basoa/ bosque, y es ese mismo bosque del libro.
El fulgor está editado primorosamente por Ediciones Mahalta de Ciudad Real.
Un libro joya en continente y contenido.

Si estás en Corella, no te lo puedes perder.

Gracias al ayuntamiento de Corella y a Pilar Pérez Gil por esta oportunidad que tanto me ilusiona y me emociona, todo junto y a la vez. ¡Gracias!

Sobre libros

Una ballena me habita de Nayara Ortega Someillán

En los Encuentros con escritoras del «Espacio de Igualdad Gloria Fuertes»@espaciodeigualdadgloriafuertes,que tan bonito lo organiza Ana Maria Patiño (@anamariapatinomartinez ), la escritora cubana Nayara Ortega Someillán, nos habló de su proceso creativo, de su obra poética «Una ballena me habita». También de su formación académica y el desarrollo de su trabajo en la Universidad de Zaragoza. Nayara, a pesar de su juventud ( La Habana, 1992), sorprende por su madurez y formación: Graduada en filología hispánica en la Universidad de la Habana, en Lexicografía por la Universidad de León y la Real Academia de la Lengua Española. Especializada en lingüística, es miembro de la asociación de Lingüistas de Cuba y de Estudios Latinoamericanos (LASA).
Una ballena me habita, según la autora, es un libro gestado con dolor. Una creación en la que están presentes el fallecimiento abrupto de su padre, su hija, su esposo, la mujer, La Habana, el mar de la isla, la salida de Cuba, el cambio y la adaptación a su nueva tierra, la autoestima, el coraje de seguir y el repentino salto a la vida adulta. Un libro que escribe su trayectoria de vida como un tatuaje en la piel. Un libro moderno, como corresponde a la generación de la autora, donde están presentes alusiones a las redes sociales que al fin y al cabo forman parte de nuestra metaliteratura de hoy en dia.
Cada poema está acompañado de una ilustración del artista Álvaro Piñol Zulueta @studio_Kofi, esposo de la autora.

Un colibrí

Un día te darán un beso azul
con sabor a viento y playa.
Cualquier día vendrá un azul abrazo,
de esos que te arrebatan y despeinan.
Una tarde, chica-ave,
llegará una caricia chocolate,
una mano avergonzada,
muy sutil.
Y tú podrás huir o pernoctar.
Pero el azul seguirá siendo el color más cálido
y tu sonrisa más linda del universo.

Una ballena me habita, poesía
Nayara Ortega Someillán
Editorial Autografía

Sobre libros

Ser palabra desnuda, Ángela Serna

Un poema de Ángela Serna con cita de Claude Esteban.

le même sour, les mains posèes sur la table/et c’et espoir au bout/ d’être et de ne pas être, sans souffrir…
Claude Esteban

Del otro lado de la ventana
las ramas del árbol del jardín
golpean los cristales
desde la espesura
de la vida en el papel.

Ser o no ser.

Las ramas arañan el vidrio
y lanzan contra mí
un grito arrebatado
al viento que las mece,
mientras dentro,
mirando hacia otro lado,
busco una nota
a la que asirme
para no perecer en las heridas
qué se instalan en la mesa
donde escribo.

SER PALABRA DESNUDA
Corpus
Parte 2, Será, primer poema
Ángela Serna

Querida Ángela, camino de puntillas por tus versos, una y otra vez, noche tras noche, leo, releo, pienso… Y me voy como con este poema 26 años atrás, yo, y un papel, y un querer asirme a la palabra, y la rama del árbol tras el cristal de mi cuarto, y las hojas mecidas por el viento. Había perdido el sonido y buscaba asir la palabra. No sabía que tú, después de mucho tiempo ibas a contarlo. Camino con sigilo, camino madre de mi hija, asustada, asustadas las dos y no sabía que tú ibas a escribirlo. Tu voz es contenido, es la línea que se traza en el aire, que apenas esbozada, ya tiene voz. Y es luz. Y hay esperanza como en el verso de Claude Esteban con el que abres este poema.
Un abrazo y gracias.

poesía Isabel Montero Garrido · veladas poeticas

Recital poético

📝 #gabon

Recordad que mañana tenemos una cita en La imprenta @laimprenta .
Hablaré de Él fulgor de las aguas entre los árboles, bella edición de Mahalta y recitaré poemas. También de Intervalos y de Plasma de los vivos.

Mañana, viernes 29 de septiembre día de San Miguel
19 h en La imprenta,
Calle Monteleon ñ, 5

La belleza de portada de El fulgor es un acrílico del pintor donostiarra Kepa Lucas.