Estoy haciendo memoria y son casi veinte años que participé en una formación sobre violencia de género. Fue un encuentro interprofesional de trabajadores de diferentes disciplinas vinculadas todas a la educación: profesores, psicólogos, pedagogos, asistentes sociales…
Me paro y pienso: – desde ese momento hasta ahora algo ha pasado, y me pregunto ¿porqué se ha retrocedido?-
Hoy víspera del Día Mundial del contra la Violencia de Género, veo más que nunca necesaria esta entrada.
La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona o grupo de personas sobre la base de su sexo o género que impacta de manera negativa en su identidad y bienestar social, físico y psicológico.
Constituye una violación de los Derechos Humanos.
Son actos que presentan distintas manifestaciones y causan sufrimiento, daño, amenazas, privación de libertades y anulación de la persona. Hablamos de violencia física, violencia psicológica, violencia sexual, violencia económica, violencia patrimonial (usurpación de objetos o bienes de la persona ) y violencia vicaria (el agresor puede agredir e incluso matar a hijos de la pareja)
La mayoría de víctimas son mujeres y niñas, aunque el concepto de violencia de género es más amplio, por la que la ONU Mujeres advierte sobre el error de considerar la violencia de género como violencia contra la mujer.

La violencia contra la mujer incluye actos como asaltos, violaciones sexuales, prostitución forzada, discriminación laboral, violencia física y sexual, aborto selectivo por sexo, castración total o parcial, ablación de clítoris, tráfico de mujeres, asesinatos de mujeres a manos de sus parejas, acoso callejero, ataques y acosos a personas del colectivo LGTB, encubrimiento de delitos de género, violencia simbólica difundidas por los medios de comunicación de masa, anulación de la personalidad de la mujer en la pareja, anulación de la capacidad de decisión de la mujer, insultos y vejaciones, desaprobación y control desde la pareja entre otros.
El asesinato de las hermanas Mirabal en 1960 dio origen a la fecha reivindicativa.
En el inicio del artículo digo que hoy más que nunca hay que hablar sobre violencia de género. Y añado como apartado especial hablar sobre violencia a la mujer. Esto es porque la obra de la vida a la que asistimos tiene un contenido estremecedor. Estamos aterrados con los titulares de las noticias, cada día se produce una agresión de mujeres a manos de sus parejas, e incluso asesinatos. Cada día hay situaciones e vejaciones y acoso a través de wasap entre los jóvenes… Cada día asistimos horrorizados a un cambio social que no podemos parar, lecturas, películas, anuncios… Cada día la mujer es la más perjudicada. Los casos que vemos y lo que no vemos, la violencia psicológica que como he dicho anteriormente anula la personalidad.
Estamos siendo testigos por los medios de comunicación a un juicio de una presunta violación de un grupo de hombres a una mujer en los San Fermines de 2016.
Nos llevamos las manos a la cabeza y nos preguntamos ¿Qué será lo siguiente? Y asistimos helados, sin poder hacer nada.
Queda mucho por abordar desde diferentes ámbitos y a nivel mundial.
Yo quiero dar un grito de ¡Basta!
Varada
Estar aquí.
Y hoy es así.
Estancarse sobre un lago.
Flotar bocabajo.
Flotar mirando al fango.
Esperar,
que llegue el aire
que seque el agua.
Que seque
y pisar
caminar
salir de esta varadura.
De mi poemario Contra-Corriente que fue la inspiración de la pintora Stefania Albiero y se expuso conjuntamente con la obra de la autora en la Galería Madrileña Habitar la Linea en 2014
Qué grande eres como persona y artista, Isabel. Me alegro muchísimo de que hayas hecho esta entrada de tanta calidad porque la denuncia se puede escuchar más claro y más alto. Alzo mi voz al tiempo que la tuya, una voz que se tiene que escuchar cada hora de cada día.
El poema es magnífico y te doy mi enhorabuena.
Un abrazo fuerte y solidario.
Si, levantemos la voz Isabel! Somos granos de arena, pero quizá podamos ir formando un arenal. Otro abrazo fuerte!
Un grano más de arena al tuyo, al de Isabel y al de Amaral, me uno a vosotras para gritar tanto abuso a la mujer, tanta violencia. Excelente trabajo. Un gran poema. Mi abrazo fuerte.
Mi madre decía que un grano no hace granero pero ayuda al compañero. Hay que estar presentes, por todas esas víctimas inocentes, nosotras que tenemos la gran suerte de poderlo hacer. Un abrazo Julie!
¡¡Basta!! Ya es hora de que cada uno alce su grito, de que cada uno aporte a la terminación de este flagelo. Desde su quehacer, tomando conciencia, y lo más importante, desde su corazón… ❤ ¡¡Abrazooo!!
Eso es mi querida Lusalo. Hay que hablar! Besos bonita!
¡¡Así es!! Y unidos en ese propósito… ¡¡Tan linda, Guiomar, graciaaas!! Besooos… 🙂 😉 🙂
Debemos concienciar sobre esta lacra, soy trabajadora social y veo estas barbaridades cada día, debemos estar unidas y fuertes!
Si, queda mucho por hacer. Hay que estar fuertes, unidas.