
Noté tu mano azul sobre la mía
se deslizó constante por mis pechos
sus tactos se arrullaron en mi lecho,
fue mi caricia; ahora fuente fría.
Recuerdo serenar, el ser que ansía
en trance, sin mentiras y sin hechos
lascivos que se expresan sin derechos
y son vida de ensueño y de armonía.
Estrecharé el abrazo en el recuerdo
que estremece deseos tan humanos
o el cielo que no fuiste y esperé
No quiero recordar donde me pierdo
vivir esta memoria de tus manos
cual diluvio del Arca de Noé.