Pensando y pensando en estos tiempos difíciles para tantas personas se me ocurre esta reflexión:
La caridad ensalza y engrandece a quien la practica y humilla a quien la recibe.
Y pienso seriamente en «esos deseos y mensajes de navidad», y pienso en tantos días a días de los que no tienen trabajo, de los que despiden a diario, de los que luchan por tener un plato caliente en la mesa, calor en cada casa, ropa digna…
y creo que los deseos no son para navidad son para todos los días y me refiero al respeto de los derechos humanos, al respeto a una vida digna, al derecho de una ilusión sin tanta caridad.
A quien corresponda…