Inquietante, hipnótica, diferente. Pone de manifiesto la violencia intrafamiliar y sus consecuencias. La comunicación inconexa o la ausencia de esta y lo aborda desde la perspectiva de una escritura diferente y una forma de narrar muy personal. El libro es una radiografía de la soledad y la familia. Muy bueno.
Una novela fascinante, apasionada, lírica y conmovedora . La tragedia amorosa entre la escultora Marga Gil Roesset y Juan Ramón Jiménez . Simboliza la liberación del espíritu romántico .
Es una novela que recomiendo leer.
Enhorabuena Marga, Marga Clark por este trabajo y gracias, por la luz que aportas a la figura de tu tia y por los documentos y cartas originales. Ha sido un.verdadero placer leerte.
Un escritor se enfrenta a su obra más difícil, recomponer un hecho traumático que ha marcado toda su vida. Para ello, envuelto en su propia angustia se encierra en una vieja casona de los Cárpatos. Allí mirará y se enfrentará a sus demonios interiores que le acompañan desde que de muchacho, con 17 años acude a un campamento con sus compañeros de clase para celebrar el fin de la Secundaria. Victor que así se llama el protagonista, en este campamento permanece al margen de las vivencias de adolescencia de sus compañeros, y permanece en un estado vivencial en el que se debate entre su actitud testigo y de continuos viajes a su estado íntimo. Es el la última noche cuando un compañero, Lulu, en una fiesta de disfraces aparece vestido de mujer. Este suceso producirá un grave impacto a Victor que le provocará angustia extrema en el adolescente y le llevará a vagar entre tinieblas que le acompañarán noche tras noche a lo largo de la vida. Por ello ya adulto, toma la decisión de encerrarse en esa vieja casona que fue la sede del campamento para de alguna forma exorcizar el dolor que produce la ausencia, y resurgir posteriormente del agujero negro en el que quedó sumido desde la visión del compañero de clase.
Es un libro que nos hace viajar al interior del protagonista y nos sumerge en sus pesadillas, nos conduce por lugares oníricos, visiones y voces que amenazan a Victor y envuelven al lector en esa misma atmósfera y le hace plantearse el horror y cómo salir de este.
Es una novela fascinante. Un libro surrealista lleno de simbolismos, simetrías y espirales. Toda una construcción matemática dentro de un lenguaje rico y diverso. Podría decir que estamos ante toda una obra de ingeniería de la palabra que Cârtarescû maneja con maestría. A la vez es un libro con cierto anacronismo ya que la acción pudo haber ocurrido en ése tiempo, antes de ese momento o puede ocurrir en este mismo momento. Además esta obra se constituye en un marco psicoanalítico sobre aquello que pudo provocar el terror más profundo, la destrucción más grande de una persona.
Por otro lado el autor no es ajeno a muchas situaciones sociales y momentos históricos que corresponde a cada lector el descubrimiento. Lulu es una obra posmoderna, que emana lírica y contenido. Un libro que es un indispensable como toda la obra de este autor.
Mircea Cartârescû poeta, novelista y crítico literario, es ahora mismo uno de los grandes autores rumanos, y no en vano, merecedor del Nobel por su extensa obra, calidad y temáticas abordadas. Cuenta en su haber numerosos galardones.
Aguanto el telediario hasta esa parte en la que la oquedad interna se llena de agua y se desborda, hasta ese momento en el que aparece el llanto que estaba contenido, cuando las imágenes de la injusticia rompen mi débil coraza, esa que construyo cada día cuando me levanto y que dura eso, lo que cuesta medio informativo de televisión. Hoy ha sido en el momento en el que Abdou el chico senegalés de 27 años aparece. Es “el chico del abrazo” al qué consoló una voluntaria de 20 años de Cruz Roja en la playa del Tarajal. Habla desde Casablanca a donde ha sido devuelto tras pisar suelo español. Allí en un entorno paupérrimo e inhabitable que es su hogar itinerante, habla con Luna por teléfono, la voluntaria de la ONG, para darle las gracias por su consuelo, por su abrazo. Un gesto humano en medio del dolor y la desesperación de los que buscan refugio y un lugar mejor para vivir fuera de la opresión y de las guerras en una Tierra Prometida que no existe. Inmediatamente enlazo mentalmente situaciones y por ello recuerdo la novela que acabo de leer “Mi madre bolitas de paraguas de Ramón Serrano.
Es una novela que plasma la búsqueda del porvenir, y relata algunas formas de hacerlo. Sí bien es verdad que Ramón sitúa la historia en nuestra guerra civil y en los primeros tiempos de la posguerra española, en el fondo están los mismos valores universales en sentido ético y moral, el derecho a una vida digna y la libertad. Soy consciente de que son distintos escenarios, pero los hombres en el más amplio sentido de humanidad, sus emociones, la pobreza, el desarraigo, las consecuencias de la mala gestión de los poderes públicos y la huella o herida que esto deja en la sociedad y en los hombres es parecida y tiene nombre: deshumanización y miseria. La búsqueda de otros modos de vida, la condición de refugiado está presente. Y son, por tanto, los planteamientos de los que parto para asociar unos hechos con otros, aunque estén tan alejados en el tiempo.
Centrándome en la novela de Ramón Serrano diría que es una novela sobre la Guerra Civil española y sus consecuencias en la posguerra. Pero, tal como indica la contraportada de “Mi madre bolitas de paraguas”, y a pesar de que existe una cantidad ingente de novelas sobre nuestra guerra, sin contar las obras de no ficción que también son numerosas, un imaginario que se ha tratado desde muchos puntos de vista, el punto de vista de esta novela ha sido menos abordado. Me refiero al hecho de ser tratado desde el punto de vista de los “refugiados”. Poco se ha abordado desde la perspectiva de los refugiados españoles, es decir aquellos que tuvieron que trasladarse a otros lugares, a otras ciudades y sobrevivir desde el miedo y la exclusión social. En esto radica en cuanto a la temática el gran valor que encuentro en esta novela.
Por otro lado, el autor no se limita a describir o plasmar unos hechos, sino que es un relato que denuncia. La obra constituye el retrato descarnado de la miseria y el pesimismo de aquellos refugiados, ya fuera de España, ya dentro, en las ciudades grandes y en concreto en Barcelona. La Barcelona de posguerra de barrios y chabolas será una protagonista más. El autor aborda esta fotografía social desde varios prismas, uno de ellos el prisma femenino. Me refiero al punto de vista de la narradora que nos centra en la acción. Aquí esa narradora a través de un monólogo interior fascinantemente construido por el autor nos lleva por la historia de su familia, de si misma y del mundo que rodea la cruda realidad de aquella España.
“Mi madre bolitas de paraguas” es la historia de Estrella, que quien junto a su madre y su hermano están en Barcelona cuando llegan las tropas franquistas. Su padre ha huido a Francia con lo que queda de las tropas republicanas. Posteriormente desaparece entre los campos de Concentración y la Segunda Guerra Mundial. La familia no sabe si ha logrado sobrevivir y se ve abocada a un modo de subsistencia distinto al que habían soñado. Es importante señalar el papel de Estrella, que asume un papel social como mujer en la época, secundario, en favor del desarrollo intelectual y vital de su hermano.
Ramón hila magistralmente las tramas. Es un escritor con una habilidad especial para narrar que, con monólogos aparentemente largos, personajes en primera persona que incluso comparten el mismo párrafo en diferentes situaciones, la construcción de los personajes, la inmersión de estos en el texto a la vez que el lector, con idas y venidas, cambios de registro imperceptibles, con un dominio absoluto del “Flashback”, retrata exactamente lo que nos quiere mostrar. Construye un trazado comunicativo suave a pesar de la complejidad de su escritura. El autor es un hombre que escribe no por el hecho de describir, sino para mostrar lo que pasó y no puede volver a pasar. Es una novela metafilosófica importante, este aspecto se da en escritores que van más allá y llegan al lado en donde el alma se conforma o se construye en el sentido humano.
Me queda recomendar encarecidamente la lectura de esta novela: “Mi madre bolitas de paraguas” de Ramón Serrano, Editorial Azacanes, Toledo 2008.
Isabel Montero Garrido
Madrid 25 de mayo de 2021
Ramón Serrano ( Barcelona 1933) escritor. Ha colaborado en prensa y revistas. Ha dirigido diversas editoriales en España y México con sellos emblemáticos, fundando editoriales como DOPESA, Labor Mexicana, Euros, Cambio16 (libros) y Flor del Viento Ediciones hasta su jubilación en 2013. Alternó esta actividad con colaboraciones habituales en prensa ( El correo catalan, Madrid, TeleXpres, La vanguardia, El Periódico…). Impartió conferencias. Ha sido agente o activista cultural en el Ateneu Barcelonés. Es autor de libros de poemas, novelas y ensayos. Ya en 1956, con 23 años dirige la revista literaria “La ballena alegre”. En 1963 publica su primer libro “Afroasiá, el tercer mundo”, declarado texto recomendado en varias universidades españolas. Su primera novela “El secreto de Saladeures” aparece en 1990. En 1991 gana el premio de novela Ateneo de Sevilla con “Gentes de la soledad” a la que seguirán otras cuatro novelas. En poesía publica en 1971 “Grito para la niebla” seguido de otros ocho poemarios, el último aparecido en 2019 “Daniela y las astromelias” En una editorial se quedó atascada por la Pandemia su última novela, “El padre desnudado”.Ha recibido en 1999, el premio a la Lealtad Republicana que otorga la Asociación Manuel Azalea. Reside en Barcelona, su ciudad natal.
En este tiempo que llevamos apenas sin objetivos salvo intentar cuidarnos y aprender a vivir de otra manera, al mismo tiempo que sorteamos a los viandantes sin mascarilla por las aceras o soportamos la irresponsabilidad de algunos que ponen en peligro nuestra salud con sus fiestas y botellones, en este tiempo, busco refugio y casi auto confinamiento elegido dentro de las paredes de mi casa. Una de las cosas que me salva es la escritura y otro la lectura. La lectura que permite que me sumerja en otros mundos diferentes al mío y que además me aporta análisis sobre hechos y acontecimientos de la historia y de la vida que me permiten tener un pensamiento claro y objetivo sobre las actuaciones de la humanidad en el transcurso del tiempo .
Uno de los libros que me ha permitido lo que planteo anteriormente, un análisis dentro de una trama bién estructurada y la elaboración de un pensamiento objetivo, es la última novela del escritor Alfonso Cebrián: “La casa dorada” que forma parte de la serie “Nada quedó de abril”. Una serie que si bien conviene leerla entera, se pueden leer los libros independientemente. Esta es la magia que hace Alfonso con sus tramas y sus personajes.
En “La casa dorada” Diego Alvarez nos llevará nos guiará por algunos tramos de su vida, de su relación con Blanca y de los secretos que guardan esas casas antiguas, testigos de otras vidas y arruinadas por el tiempo y el olvido.
Alfonso, escritor a quien leo desde hace mucho tiempo y con el que intercambio literatura y buena amistad, es un novelista que teje las tramas con el sumo cuidado de una labor de su tierra, Toledo. Yo pienso sus libros como un precioso tapiz trazado con punto Lagartera. El tiempo va y viene. Sus personajes también en un espacio literario que nada lo detiene.
Dice Alfonso que su lugar literario es La Mancha, donde Cervantes sitúa al hidalgo Quijana, en un lugar que transciende la historia y la geografía y allana fronteras sin el menor esfuerzo. Pero también el autor dice que al hablar de La Mancha tiene que referirse a Yonville y Flaubert, Faulkner y Yoknapatawpha, New York y Dos Passos, Paris y Cortázar, Macondo y Garcia Márquez , El río, Santa Maria y Onetti, Región y JuanBenet o el Páramo y Luis Mateo Diez y un largo etcétera que deja sin nombrar porque para el autor de “ La casa Dorada” todos los lugares son literarios.
En este libro nos plantea el reto de “El Valle, que puede ser un Valle cualquiera, un lugar de fábula donde se moverán hechos y pasiones de Blanca, Diego, Marta, Carmelo, Dorotea, Manuel, Elvira y otros personajes, donde la vida y la muerte serán protagonistas en el hecho vital de la existencia. Además de Valle, Barcelona, Madrid, Lisboa, New York, Valencia,México…Y el tiempo, pasado, presente y futuros que se adivinan, siendo el tiempo para el autor un recurso importante para contar en el que se mueve con agilidad y destreza.
Su enorme capacidad creativa, su pericia en el tratamiento de los personajes, su gran sensibilidad y su alma de poeta construyen un imaginario que nos hace vivir y palpitar con ella.
Mi más sincera enhorabuena Alfonso por esta tu nueva novela con devoción por tus letras y con mi amistad y cariño.
Isabel Montero
Alfonso Cebrián es un escritor que nació en marzo del 48 del pasado siglo en Toledo. Ha publicado Las aguas del olvido, Amelia y Doña Rosa y nada quedó de Abril, El libro de Carmelo.
También lo podéis encontrar en su blog literario “Cuentos inacabados” ( http://www.cuentos inacabados.wordpress.com) y en su muro de facebook.
Esta reseña aparecerá en mi muro de facebook y en mi blog (epifaniaenlaluna.com, Isabel Montero Garrido y si cabe en mi istagram)
Conocí a Ramón después del confinamiento, en esas salidas que nos pautaron por horarios. A mi me tocaba en la primera franja, de ocho a diez de la mañana, la de los deportistas. Pero me pasé a la segunda por prescripción facultativa ya que justo me recuperaba del mazazo de la COVID, y realmente mi caminata consistía en 10 minutos en torno a mi casa, a mí me pasó mucha factura. Ramón subía una cuesta en Barcelona y yo una pequeña pendiente en Madrid. En las fotos de Facebook salíamos fatigados y nos dimos ánimos. No se en qué momento entró Ramón Serrano a formar parte del círculo de amigos de Facebook, pero ya tendríamos cierta amistad para dejarnos un comentario de ánimo. A casi un año de este encuentro, concretamente el 18 de febrero de 2021, Ramón me envío dos novelas suyas y un libro de poemas. Se la fecha exacta por la dedicatoria. Acabo de terminar la última de sus novelas “Daniela”. Daniela es una novela de vida, de la propia vida o bien una novela biográfica o una biografía novelada. Quiero decir que cuando comenté pensaba que estaba ante un relato de “autoficción” y digo esto dando un matiz prácticamente de género, pero no, estamos ante un “roman verite”. ¿Y realmente cual es la frontera entre la autoficción y la biografía, entre los sueños y la realidad, entre la utopía o lo realizable, entre el arte y la belleza? Estos son algunos de los elementos que nos regala Ramón Serrano Balasch en esta novela. Con una pluma ágil, dinámica, rica en detalles y metáforas Ramón nos lleva de la mano a través de una historia de superación de duelo y superación personal, en una nueva vida y como dice él en la dedicatoria que me escribe, en “un vuelco después de pasar un mal trago”. Después de asistir al entierro de su esposa un escritor octogenario cae en una profunda depresión. Huye de terapia de grupo y busca refugio en la escritura poetas. Encuentra una mujer 54 años más joven, una Musa de sus sueños que le dará una inusitada alegría y una gran fuerza para seguir adelante. Una historia tierna de amistad, y de otra forma de nombrar “amor”, lejano a una convención de una relación de pareja. Además, la novela de Ramón constituye una crónica colectiva con nombres propios es una crónica de toda una época en una Barcelona mítica. El recuerdo del autor abarca desde 1956 hasta la actualidad. Una serie de diálogos, proyectos políticos y culturales narrada desde el ámbito local y universal en la que los hechos los protagoniza el propio autor. Vamos a encontrar memoria histórica y además música, cultura, poesía y modos de vida. Daniela es un relato posmoderno en la que el autor nos sorprende con una escritura actual dentro de la hibridación de textos la intertextualidad y el lirismo. Es una novela posmoderna y con sentido, un sentido que nos hará avanzar porque si bien estamos acostumbrados a establecer lo posmoderno dentro de unos límites, aquí tenemos la muestra de una nueva forma de hacer literatura, la literatura de un gran autor que implica un paso adelante dentro de la complejidad de los tiempos que vivimos.
Isabel Montero Garrido
Ramón Serrano (Barcelona, 1933) editor, escritor y periodista con unos siete libros de poemas editados y otras tantas novelas. El premio de novela Ateneo de Sevilla con “Gentes de la soledad” entre otras distinciones en su haber.
“No tengo que echar raíces aquí”, es la oración con la que comienza la novela de Juan Ricardo García “Me fotografiaron sin saberlo”. De entrada tanto el título como ese primer comienzo nos inclina a seguir leyendo, a pensar ¿qué ocurre en esta novela?. Igualmente la portada del libro, nos llama. Una fotografía de unos pasajeros en un tranvía o un autobús de una ciudad; una foto antigua que en sí misma nos invita incluso a viajar. El sugerente título, que también hace mención al acto de fotografiar, elemento este que se puede asociar con un viaje también de alguna forma nos hace pensar en ello, en viajes. “Me fotografiaron sin saberlo” pero, ¿dónde ?, ¿por qué ? nos preguntamos. Y de esta forma me vi atraída hacia la novela de Juan Ricardo Garcia. Podemos pensar que es una novela de viajes o una novela histórica. Y por la fotografía de portada que nos sitúa a mediados del siglo XX, podría tratarse de una historia relativamente reciente. Ya desde un primer momento y casi antes de abrir las páginas del libro sientes cierta agitación como la que se nota en los preparativos de un largo viaje. Y no sabes en este momento y cuando empiezas a leer los primeros capítulos si viajarás de un lugar a otro o tal vez realizarás algún tipo de traslado en el tiempo.
Roberto un hombre maduro del siglo XXI viaja hasta los años de posguerra española y de alguna forma interfiere en la vida de personas que serán parte de su vida propia en el siguiente siglo. Concretamente sus padres.
El protagonista se adentra en una sociedad, la España de los años 40 en tres escenarios: Toledo, Madrid y un entorno rural en la zona conquense transitando por caminos polvorientos de una España en ruinas.
Es en este sentido “Me fotografiaron sin saberlo”, es una novela costumbrista ya que trata aspectos referidos a costumbres y modos de hacer de distintos grupos sociales en una época concreta. Siendo estos fieles a la realidad imperante en dicho momento.
Es una novela compleja e inesperada y aún a pesar de lo complejo amena en su lectura. “Me fotografiaron sin saberlo”es una novela bién construida con una trama tejida en intensidad y con maestría. El autor nos lleva de una manera suave por los diferentes acontecimientos acercándonos a los que fueron los primeros años posteriores a la Guerra Civil Española.
Es una historia de supervivencia que además no juzga. No vamos a encontrar una novela con un posicionamiento político sino una trayectoria humana quizá con algunos tintes de verdad.
Isabel Montero
Juan Ricardo Garcia (Madrid, 1963) ciudad en la que vive infancia y juventud y en la que realiza sus estudios. Viaja y vive fuera de Madrid durante 17 años, en diferentes lugares de España, encargándose de la supervisión de proyectos de obra civil de alto presupuesto. A día de hoy podemos encontrarlo paseando por el madrileño parque del Retiro y por las calles del barrio de Salamanca.
Si tengo que definir con pocas palabras la novela “Poeta en Madrid” del escritor Justo Sotelo diría: es una “ópera posmoderna”. Una “ópera prima” añadiría. Sabemos la complejidad que entraña la definición de “lo posmoderno”. Justamente hoy hace un año hablaba de ello en una conferencia que impartí sobre poesía vasca a instancias de la Delegación en Madrid de la RSPAP. Decía que este concepto que se aplica a un conjunto de corrientes muy diversas que surgieron a mitad del Siglo XX y se perpetúa hasta la actualidad es complejo de comprender. Si bien hay personas que piensan que el ideario de estas corrientes fracasó en el intento de renovación del arte, la cultura y pensamiento, la novela de Justo Sotelo es el claro ejemplo de que no. Existe un modelo de posmodernidad que transforma, y que se crece, que aporta y engrandece las distintas manifestaciones que se aglutinan en torno al concepto de cultura. En esta novela nos vamos a encontrar con el personaje protagonista, Grabiel Relham que es a su vez un escritor de una novela y parte de ella. Gabriel escribe en una buhardilla en la que se sucede la aparición de los distintos personajes de su obra y que a su vez se manifiestan en distintos actos teatrales. Para ello Justo conjuga admirablemente el diálogo teatral, la puesta en escena, la lírica de un poema en prosa y el entramado novelístico. Es un abanico que se abre a un sinfín de manifestaciones del discurso literario. Una manifestación clara de lo que constituye una buena hibridación de textos, característica está clara de la posmodernidad, en el sentido de renovación. Y aquí Sotelo nos sorprende porque no es solamente el texto y está parte me sublima, es que conjuga con una habilidad espectacular diferentes matices de los grandes creadores. Y entonces volamos, de Beckett, a Shakespeare o a la tragedia griega, a Neruda y a Cervantes jugando un papel principal en la obra la biblioteca de Borges. Y no tranquilo con ello el autor le pone música que nos trasmite el estado de ánimo de los personajes. Mahler, Beethoven y la continua aparición y desaparición de los personajes de “La Bohème” de Puccini. Si buscamos un motivo por el que la literatura ha de estar vigente en este siglo XXI, pienso que en Poeta en Madrid tenemos una respuesta. Y es si. El libro de Justo Sotelo es una cuidada edición de la editorial Huso a la que felicito por esta presentación “delicatessen”. Agradezco asimismo a Justo, la invitación para estar en la presentación de la novela que será en la tertulia que él mismo Justo Sotelo dirige.
Acabo de terminar «Vidas Samuráis» de Julia Sabina, novela que me recomendó mi estimado amigo Francisco Gutiérrez Carbajo , al que agradezcó la recomendación. He disfrutado enormemente con esta lectura. En esta novela, su autora, Julia Sabina traza un ciclo vital a modo de itinerario de vida. Un camino de entrada en la edad adulta en el que está presente la búsqueda de la propia identidad y la construcción y deconstrucción de un «yo», en continuo cambio e intentos de adaptación a un medio hostil. Unos jóvenes que descubren el amor y el medio para acercarse al mundo laboral. Con unos personajes perfectamente construidos, el espacio de la ciudad como marco y las vidas de estos jóvenes, la autora nos llevará de la mano a través de una prosa ágil, no exenta de humor a veces o de dramas existenciales de toda una generación. Todos esos jóvenes que en el inicio de la crisis de 2008 avanzas con sus expectativas y sus sueños truncados una y otra vez, luchando como verdaderos samuráis. Está novela constituye un canto lírico y dinámico de esa generación en la que muchos todavía no han logrado alcanzar sus metas. Puedo decir por esto que es una novela necesaria y desde aquí felicito a su autora, Julia Sabina.
Isabel Montero
Julia Sabina ( Madrid,1982) es doctora en Ciencias de la Comunicación por la Universidad París 3 Sorbonne Nouvelle. Actualmente es profesora de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Alcalá de Henares.
Si digo que hablar «Personajes de invierno» de Juana Vázquez es hablar de una buena novela, no estoy siendo justa. Hablar de «Personajes de invierno» es hablar de una «ópera prima»; es decir que estamos ante una novela diferente.
Al igual que Baroja en «La busca» se trasladó en aquel momento a la periferia de Madrid, entonces los «suburbios», Juana se sumerge en un barrio de la periferia de esta gran ciudad, un barrio obrero, de gente sencilla, en pleno siglo XXI.
Los personajes de esta novela son los habitantes de un barrio, trabajadores, amas de casa, personas que incluso huyen de si mismas y se esconden en un anonimato cargado de familiaridad.
Estos personajes se aglutinan en torno a un personaje mayor, el Murgo, un bar del barrio que será el escenario principal de esta novela. He dicho personaje mayor para hablar del bar porque el Murgo, adquiere esa categoría, esa personificación con mayúsculas, al igual que ocurre en el teatro en el que el escenario de la obra será un elemento más, un elemento que alcanzará la dimensión de un Ser Vivo.
«Personajes de Invierno» es una novela costumbrista y realista, si bien, se afinca en el realismo del siglo XXI con todos sus componentes: momento histórico-social actual, es decir se instala en la contemporaneidad, retrata un entorno concreto en este caso un barrio humilde de Madrid, los personajes padecen conflictos personales de hoy en día, usa un lenguaje coloquial, aunque la novela se mueve en tres registros de manera magistral, el lenguaje normal de la calle citado, el monólogo interior reflexivo y una narración en ocasiones omnisciente. Aparecen además elementos modernos como el uso del teléfono móvil, el uso del alcohol, la soledad, el maltrato, las consecuencias de infancias perdidas. Es una vida real en la que los personajes salen y entran en el Bar Murgo cada uno con su propia carga vital. El bar será lugar de encuentro y desahogo de una vida cotidiana rutinaria y difícil.
Virginia, una catedrática de Universidad que huye de una separación y el maltrato de su ex-marido se esconde en ese barrio. Es la protagonista principal de la novela e intenta superar lejos de su antigua vida, una depresión causada por los horrores de un matrimonio fallido. Este personaje como vemos es un personaje culto que viene de un ambiente distinto pero que encuentra en el Murgo su asidero. Es un personaje vulnerable interiormente, con múltiples miedos e indecisiones que a veces, trata de escapar hasta de si misma. En este personaje encuentro uno de los grandes logros de la autora de la novela al presentarnos que la violencia machista no entiende de clases sociales ni de cultura, simplemente se instala en cualquier estamento de la sociedad y en cualquier nivel destruye y aniquila. A mi juicio es uno de los elementos más importantes de la novela.
El personaje antagonista se llama Thays, es un extranjero holandés que huye de un pasado que le ha marcado profundamente en la construcción de su identidad desde la infancia. Thays escapa también de si mismo y de algo. Es «algo» constituye el hilo de intriga de la novela y que poco a poco se irá desvelando.
Los dos personajes encierran en su interior una gran amargura. Caminan en lineas paralelas buscando una conjunción que no ocurre, aunque cada uno ve en el otro su propia salvación.
Hablando metafóricamente Virginia sería el «poeta» y Thays»el poema». Entre los dos construyen una poesía de la amargura, de la soledad, de la desolación y de la frustración ante la imposibilidad a veces de seguir adelante. Luchan salvajemente por vivir pero de alguna manera constituyen una poesía maldita.
A pesar de una estructura compleja que Juana maneja a la perfección, la autora conduce al lector suavemente, en una lectura que se hace fluida, por la vida de los personajes del Murgo: Antonio, el dueño, como una especie de psicólogo de las vida de las pequeñas cosas, los camareros, las señoras del barrio que entran y salen y las partidas de ajedrez.
El ajedrez se me antoja curioso en un bar como el Murgo. ¿Por qué juegan al ajedrez en lugar de a las cartas? Es un juego, el ajedrez, que requiere un conocimiento complejo. Se me ocurre que la autora dota de esta manera de la dignidad que merecen los habitantes de los barrios sencillos en los que la vida del día a día, no suele discurrir de una manera fácil.
Pero esta es mi interpretación como lectora y como tal me incluyo en personaje tambien de esta novela.
Isabel Montero Garrido
Personajes de Invierno, Novela
Juana Vázquez Marin,
Editorial Sapere Aude
La presentación de «Personajes de invierno» tuvo lugar ayer en el «Café Comercial» de Madrid. En la mesa la autora Juana Vazquez Marín acompañada de la escritora Lourdes Ventura y la fotógrafa Ouka Lele. Al acto acudieron numerosas personas de la cultura de Madrid.
Juana Vazquez Madrid es escritora y Catedrática. Extremeña afincada en Madrid. Con numerosas obras publicadas en poesía, novela y ensayo. Destacar su estudio «El Madrid Cotidiano del siglo XVIII».