Sorolla
Se ha tapado el último curso del río
y del mar
y hay tierra de cemento y sal.
Hay viento que sopla
que sopla sobre unas lilas blancas
que se asoman retraídas
entre las grietas
entre la hondura
de dos losetas rotas
y allí hubo agua.
Hubo agua.
Y en la casa de arriba, sobre la carretera
la niña juega sola en su cuarto.
Es primera luz de la mañana
y ya desde hace horas
viste y desviste a sus muñecos
y se afana, vertiginosa
y habla
parlotea alegre
como si nunca pasara nada,
y quiere que el alba permanezca
así
imperturbable,
como ella lo diseña
así
como si brotara el agua de nuevo
como si corriera el río bajo el pavimento
o el mar
y quiere
quiere que sean
y son
y son así, como los piensa;
Ya silba una cafetera en la cocina
¿o se sobra a borbotones el agua
de un café de puchero y achicoria?
Confusión.
Se ha tapado el último curso del río
hay tierra de cemento y sal
Pero una vez, allí hubo agua
donde hoy son dos losetas desconchadas.
¿Se puede volver a la orilla?
Y con este poema cerramos el 2015 de Epifanía en la Luna, a la espera de que en 2016 corra el agua del río o se oiga el mar no solo dentro de una caracola en todos los lugares donde se necesite.
Quiero darlas gracias a todos los amigos que leen este blog desde tantos lugares del mundo. Gracias por vuestras palabras, por vuestros comentarios que son, al fin y al cabo, los que me animan a seguir escribiendo.
Gracias por vuestra compañía, por todo…Gracias.
Quiero desearos un feliz año que comienza.
Un abrazo para todos.
Guiomar52.