Sobre libros

La subversión de los vientos, Abel Jara Romero

Una subversión es un movimiento que altera el orden establecido. En esta subversión se erige el escritor Abel Jara Romero. Ni más ni menos con una “Subversión de los vientos”. Antiguamente los marinos utilizaban el viento para hacer navegar los barcos y conocer otros mundos y otras realidades. Conocer y vivir. Así ocurre en este libro de poemas que Abel nos presenta. El autor utiliza la escritura como modo de conocimiento y descubrimiento de sí mismo y de lo que le rodea. Con una voz propia, interpreta el mundo y da voz a su enfermedad. Una voz rotunda que intenta comprender, conocer y rebelarse. La escritura nos hace grandes y eso es lo que vamos a encontrar en este libro: la grandeza de aprehenderse a sí mismo y reinventarse. A la vez la mirada de Abel, a veces amable, a veces intensa, interpreta la realidad de los sucesos y del mundo desde su forma particular de ver. Una voz rotunda, diferente, con alguna pincelada modernista pero reinventándose el autor continuamente en su palabra.

Este libro de poemas es un tríptico de vida que a través de la utilización de ricos recursos literarios, nos traslada desde la sencillez de su ser y su circunstancia hasta una amalgama de sentires en un descriptivo acto de mostrar que es posible un crecimiento personal a pesar de que el autor, y el mismo se describe así, es un superviviente extremo. Y de la misma manera que él lo expresa puedo ratificar que así es. Abel nos enseña que hay un ir más allá a pesar de las limitaciones y demuestra la grandeza del desarrollo de una inmensa inteligencia emocional.

¿Qué nos lleva a escribir? A veces es el asombro o la extrañeza ante la vida. Quizá esta extrañeza, ese querer comprender la razón, ese continuo interrogante del autor, haga de esta obra un libro tan singular y propio. Enhorabuena querido Abel. Sigue este camino de la escritura. No dejes de escribir porque tienes mucho que decirnos.

Isabel Montero

La subversión de los vientos, poesía.

Editorial, Entrelíneas editores

Abel Jara Romero, Madrid 1992

(Abel padece AME, atrofia muscular espinal en grado II, uno de los grados más agresivos, sirva esta anotación para la concienciación y dar visibilidad a esta enfermedad y a sus necesidades que no son pocas)

…En su disfraz anatómico, cospóreo

y material del mundo físico,

las bombillitas van cortocircuitándose

arrasando con su energía…

( Fragmento del poema Infinito abismo)

Aniversarios

Reyes Magos 2022

Mateo 2, 1, 12

Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo». Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. «En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:
Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel».
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje». Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.


¡Feliz festividad de Reyes!


Giotto – “Adoración de los Reyes Magos” (1303-1305, pintura al fresco, Capella degli Scrovegni, Padua)