El libro de la tertulia de febrero de la librería Jarcha de Madrid, «El camino del tabaco» (Erskine Cadwel,1932) ha sido de un realismo descarnado.
No se puede reflejar de una manera mejor una sociedad decadente en su forma más miserable, con una vileza moral expresada en unos personajes mezquinos y grotescos. Una sociedad sureña en los campos de algodón de Georgia, una sociedad que se desgarra a jirones, como a jirones desdibujados están trazados estos personajes.
EEUU, El Sur, despues del Crack del 29; sexo, muerte, hambre, humor muy negro y violencia.
Con una prosa perfectamente trazada y unos diálogos inmejorables Erskine Caldwel nos presenta este retrato social descarnado en un estilo más realista y menos elegante que Faulkner. Pero igual de recomendable.
Sipnosis
En los campos de Augusta, en el estado de Georgia, el algodón ha dejado de cultivarse y los campesinos se han trasladado a la ciudad para trabajar en las hilanderías. Jeeter Lester, el personaje central de El camino del tabaco, es un blanco pobre, heredero arruinado de una extensa propiedad, que en tiempos de su abuelo había sido próspera. Por desidia y enraizamiento, él no ha abandonado sus tierras, de las cuales es sólo el arrendador, y mantiene la inútil esperanza de que al llegar la primavera, si consigue un pequeño préstamo, podrá comprar unas semillas de algodón y alquilar una mula para reavivar el cultivo. Su mujer, Ada, con quien tuvo diecisiete hijos, mata el dolor que le produce el hambre mascando tabaco y la abuela, ignorada por todos, se arrastra sigilosamente, como un animal, por los matorrales en busca de raíces y leña. Una hija y un hijo todavía viven con ellos: Ellie May, de 18 años, y Dude, de 16 años. Los otros han abandonado el hogar.
Una respuesta a “El camino del tabaco, Erskine Caldwel (1903-1987)”