«Agujero negro» Björn Dahlem. exposición Matadero Madrid.
Siempre pienso que la fecha de la Fiesta de Fin de Año es algo artificial. Tendría más sentido si fuera en un solsticio. Pero es así, es arbitraria. El año finaliza el 31 de diciembre y comienza el 1 de enero, al menos para nosotros y el hombre como ser social y cultural en el sentido de cultura así lo acepta.
Y de esta manera me sumo y recogida en el recién estrenado invierno me acomodo en mi crisálida, en mi cuerpo hada con la esperanza de ser mariposa en el año que comienza.
Pienso en muchos cuerpos que escondidos en su ninfa esperan que surja la eclosión aunque estén hoy en un agujero negro. Y deseo eso mismo, que despierten arropados y sean también mariposas.
Una de las cosas que más me gusta en fin de año es echar la vista atrás y mirar el camino recorrido y arriesgar sentir el vértigo de lo que nos queda por andar. Algo desconocido. Siempre da miedo.
Me gusta recordar a los seres que he perdido, que se fueron de mi vida y llorar y sonreir al mismo tiempo esbozando eso sí una gran sonrisa interna, para mí y para ellos.
En ese sentido y desde esta reflexión os deseo un Feliz Año Nuevo que comienza.
Es uno de enero de 2015. Nace un nuevo año.
Muchos escritores han escrito sobre esta festividad. Yo este año que se inicia me quedo con la frase de José Luis San Pedro.
Feliz 2015, Isabel, y feliz eclosión o re-nacer en modo mariposa. Que la libertad y el deseo de vivir guíen tu aleteo por los jardines del año que comienza. Un beso.
Muchas gracias Begoña. Y que también vueles tu también con alas de mariposa.un abrazo.