Fue tiempo en el que a veces cenábamos tostadas con sal y ajo. Tiempo en el que estudiábamos en la cocina mientras mi madre fregaba. Y fue tiempo de tiempo y soledades.
En sábado mi padre volvía de viaje. Descargaba, dejaba el camión en la agencia y llegaba a casa. Tocaba el timbre desde abajo y corríamos por las escaleras gritando: ¡aita, aita!
A mí me gustaba ser la primera porque mi padre me levantaba, me sostenía en brazos y me subía escaleras arriba. Yo estiraba las piernas y a horcajadas en su cintura rodeaba su cuello con mis brazos. Por detrás mis hermanos, gritando ¡ama, ama! ¡Ha llegado el aita!
Y yo por detrás de su cuello les sacaba la lengua.
Fue tiempo.
Hola Isabel! me ha gustado este recuerdo que quedas impreso como en una foto.
Ah! ¿eres tú la de la foto? porque yo he creído que sí y te he sacado parecido con tu hija. Un beso, goya.
Hola Goya:
que alegría!!! Sí soy yo. Mis hermanos y yo. Estas fotos las llevaba mi padre en el camión. Bonitas verdad? Un beote y gracias.