Hago un zapping en el periódico El País de hoy 24 de marzo. De repente me llama la atención una crónica de Babelia sobre una escritora belga- japonesa residente en París y su libro “Una forma de vida.” No he leído nada de ella. Conozco su nombre pero no sus palabras. Intuyo que puede resultar fascinante no solo esta novela sino toda su obra.
Estamos vivos gracias a la risa destaca el titular del artículon negrita y bajo su nombre: Amelie Nothomb. Ciertamente así debe ser. Leyendo me llegan trazas de su vida,agitada,de país en país por ser hija de diplomático lo que le obliga a buscar una identidad, su identidad continuamente y a hacerse Belga a pesar de haber nacido en Japón. Identidad, palabra que define como la culpa de habitar un yo y como ese malentendido de la psicología que nos puede hacer usurpar nuestras identidades.
Una bella mujer, que siempre viste de negro, que es del siglo XXI y no se define en él, porque como ella misma apunta escribe a mano, no tiene móvil y no navega por internet, ya que reconoce su predisposición a cualquier adicción y aun sabiendo de las ventajas que reporta, o puede reportar decide no probarlo. Tal vez por el hecho de haber superado una anorexia, tal vez por lo enigmático que a través de la entrevista se entrevé su carácter.
Yo estoy ansiosa por conocer su obra y prometo empezar por su última novela. Sí, tengo intriga.