Saber que la luna es luna verdadera
y sentir.
Solo pensar que el tiempo es tiempo
y cuando pase
se borrarán
espacios vividos en otros momentos
en otras partes
y descansar
y derramar
todas las lágrimas no vertidas antes
colocándolas
en
frascos de cristal casi irrompibles.
Y transmutar
las cicatrices irritadas
en un olvido denso y provocado.
Y continuar
el camino
de nuevo
descalza
con el alma de antaño revivida en la piel.