Eternas noches de vacías soledades
en las que se desprende olor a piel desnuda.
Eternas noches de cuerpo enmudecido
ante sombras ignotas que deambulan solas.
Eternas noches hueras, con los ojos
enfrentados a mil tinieblas desconocidas.
Eternas noches, de lunas menguantes azaradas
que anuncian la existencia de otros brillos.
Como el vivir sin vida eternas noches.
Como el morir viviendo noches eternas
que se retornan frías.
Lamentos que nunca duermen.
Caleidoscopio al fin en blanco y negro
que ansía embriagarse de luz.