
La noche se vuelve lenta y ensombrece
el mar que acercado a la orilla arroja
Nuberos
En la galerna, se agita el viento del Norte
que enmudece tus palabras
esas, las mismas que fueron mentira.
Y yo me agito como se agita el mar.
La noche se vuelve lenta y ensombrece
los pastos verdes que a su vez se encapotan.
En el bosque, se agita el viento del Norte
que descubre tu rostro de forma súbita
ese, el mismo que fue una falacia.
Y yo me agito como se agita el roble.
Y yo me agito como se agita el mar.
Un águila desliza el cielo
y el río vivo vuelca agua en la marea
que enmudece tus palabras
esas, las mismas que fueron mentira,
esas, que hoy se arrugan, se disuelven y desaparecen
necias.
La noche se vuelve lenta y mientras yo me rehago.