Soy.
Y a menudo siento que no siento.
Porque no soy.
Porque un nudo obstruye mi garganta,
porque no puedo ver los pájaros volando,
porque no puedo oir el ritmo de brisas somnolientas
porque tal vez el ánima haya dejado de ser cuerpo.
Y quiero ser,
gritar,
bailar sobre las aguas,
correr descalza por la arena,
escuchar palabras que me amen,
sentarme libre en las aceras de la vida.