
25 N #diainternacionaldelaviolenciadegenero
Yo en este día hablaría de la violencia de género como un gran espectro que puede darse desde la cuna. Desgraciadamente asistimos a una constante de asesinatos de mujeres, a una constante de violaciones.
La violencia de género es eso más.
Se palpa, se mastica cuando eres mujer, en los trabajos, en los círculos en los que participas e incluso en la propia familia de origen. Sobre esto yo diría mucho más.
Quizá tenemos que mirarnos al espejo y mirarnos las cicatrices indelebles que no tienen por qué ser físicas, y no tiene por qué haber abusos sexuales…Para mí abarca mucho más como digo arriba. Son pequeñas gotitas como de un grifo que gotea que te caen desde la cuna. Imperceptibles en ocasiones y que erosionan
Y que nadie te va a ayudar ni a defenderte. No esperéis eso mujeres.
Quizá tenemos que mirarnos al espejo y respirar hondo, y empezar a quitar máscaras, a establecer contacto cero, con ese amigo, con esa madre, con ese hermano, con ese cuñado, con ese primo, con esa tía, con esa abuela, con ese vecino, con esa amiga… que miran hacia otro lado.
Quizá tenemos que rodearnos de personas no tóxicas.
Quizá hay que plantearse que las causas de mujer no pertenecen a ningún partido, que es un tema transversal que hemos de exigir en las diferentes ideologías políticas. Y trabajar para que no nos utilicen para el voto.
Quizá tenemos que desnudar al narcisista, sea hombre o mujer.
Voy a recomendar una serie de 4 capítulos que he visto en Movistar. Se titula «Querer».
Añado un pequeño poema de mi autoría
Mujer
Sentir la cicatriz que duele
es el sentido.
No olvidar
el cuerpo dolorido
y su interior
marchito en los abriles.
Ocupar el espacio
en el hueco de la vida.
Ser en plenitud -mujer-
en todo el orbe
y abrigar la esperanza.
©Isabel Montero.