poesía Isabel Montero Garrido

Tengo ganas de verte

Tengo ganas de verte

con tus manos acariciar la mañana,

luz pausada entre visillos escondida

y tú, aún en el sueño, besar

mis sienes, leve y la contemplación

del tiempo en el instante.

Después besar

ese brillo de luz de estío en mis

cristales, en cómo fue crepúsculo

acompasado, pausado, constante

la forma de tus labios entornados,

tengo ganas de verte.

Tengo ganas de verte

sentarnos a la sombra de la higuera,

contemplar desde el patio aquí entre

los muros azulados, rayos de sol

luminiscente, sobre agua marina

de la tarde.

Después soñar

un espacio de antaño, apretada

a tu cuerpo, el sabor del aceite en

nuestra espalda, salitre de palabras

en un tal vez encendidas, tengo yo

ganas de verte.

Tengo ganas de verte

acurrucar tu cuerpo bajo la luna,

los sonidos del mar como futuro y

otra vez dormir en portal azulado y

más tarde, la llegada del día.