
La vida y la muerte,
la línea que las separa
apenas imperceptible, y es.
La araña que teje la tela con
seda líquida, te engaña y te enredas
en ella sin avistar el peligro, atrapada.
La vida y la muerte,
la línea que las separa
apenas imperceptible, y es.
Bailas una danza macabra,
sobre ella, de puntillas, como
una bailarina deshojada.
Y el tiempo dirá que lado de
la ladera será tu destino.
La vida, sin duda.
Isabel Montero
Muy bueno, Isabel.
Fuerte abrazo.
Gracias, Rimas, me alegro de verdad que te guste. Es un poema muy existencial existencialista. Un abrazo fuerte!
Un poema hondo, profundo, doloroso… colmado de poesía, metáforas, imágenes, que te llevan a ese punto de conexión entre la vida y la muerte. Lo que es, lo que somos todos, el movimiento entre un paso y otro. Un gran poema, me encanta el final, el último verso… Un fuerte abrazo, amiga.
Muchas gracias Julie por tu comentario. Así es las finas lineas . Me alegra que te guste. Un abrazo!!
Sin duda que la vida, Isabel, pero si fuese el otro lado de la ladera, lo aceptamos también. La vida es así, vivimos en el eterno balanceo sobre la línea imperceptible. Me ha gustado, gracias Isabel.
Un abrazo!
Gracias Saricarmen. Los tiempos no corren buenos!!!!
Gran poema que invita a la reflexión, Isabel. La mejor poesía nace y crece con la honestidad de los sentimientos. Un abrazo muy fuerte y ¡salud, mucha salud!
Yo comparto esa teoría. Por eso me gusta tanto improvisar. Esos trazos rápidos que a lo mejor luego modelas. La honestidad es necesaria para escribir. Hay que desnudar el alma. Un abrazo y salud salud.
La delgada línea que separa la vida de la muerte… y que en estos tiempos de pandemia, cuando hemos descubierto nuestra fragilidad como especie, se nos revela más nítida y certera. Un abrazo, Isabel. Salud.
Así es Julio. Y vamos caminando sobre ella. Un gran abrazo!