Si tiene que volver este dolor
que sea breve.
Que no pinté la carne en tono gris.
Que me respete.
Que no ponga el negro, en labios rojos,
que deje la sonrisa quieta,
y el sabor del alma, dulce.
Si tiene que volver este dolor
que deje espacio para que entre
el mar que lo despeja todo.
Isabel Montero
Dolor y clemencia que es un mar de esperanza. Hermoso aunque triste poema. Un fuerte abrazo.
Si, una gran interpretación Julie, pero triste y doloroso como ves. Un fuerte abrazo!!
Me parece un gran poema , Isabel. De una forma sencilla en su lírica transmite un enorme sentimiento. Espero que el dolor se vaya cuanto antes, ese dolor que te ha hecho clamar «Piedad».
Un gran abrazo, amiga.
Ojalá Isabel!! Me ha cogido por sorpresa esta vez , creo que la lírica es una buena herramienta para dar salida al dolor. Espero también tu pronta recuperación. Un abrazo!!
Muchas gracias, Isabel. «Que entre el mar…» Y que entre el cielo azul, y la luna y los luceros, y que entre el aire exento de dolor, amiga.
Un abrazo.
Que tu ruego sea oído, Isabel. Como lo dices con tanto sentimiento, ¡así será!
¡Un abrazo!
Gracias SariCarmen. Un fuerte abrazo!
Ese verso final me enamora, Isabel. Para mí el mar sigue siéndolo todo. Es el perfecto recuperador del mundo. El amante que jamás se cansa de volver a nuestra orilla.
El Mar es todo amigo Tim, su infinitud, su poder curativo… Contemplarlo sin más nutre de energía. Me alegra que te llene este poema y que visites este blog. Un abrazo!