Nos miramos, tu y yo,
compartiendo el espacio,
el líquido vital de la materia.
Nos miramos
dentro de nuestro mundo
de nuestro glóbulo insondable.
Todo era nuestro
el silencio, el secreto, la oscuridad,
la luz entreabierta durante tanto tiempo.
Nos miramos
en ese pacto tan nuestro.
Entonces, lo supimos.
Isabel Montero