Sigo ensimismada con la lectura de los poemas de Álvaro de Campos.De Campos o Pessoa que forma tan maravillosa de transformarse.
Fernando Pessoa decía unos meses antes de morir que los heterónimos, voces que oía en su interior, pero de otras pessoas(personas que le habitaban) habían nacido de pronto, en un momento de pura e inesperada inspiración; concretamente el ocho de marzo de 1914 cuando contaba la edad de veinticinco años.Según cuenta el mismo aquel día, el día del extasís o díatriunfal, se encerró en una habitación y escribió los treinta y cuatro poemas de O guardador de rebanhos, de Alberto Caeiro; los seis de Chuva Obliqua, del propio Pessoa; los seis iniciales de las Odes, de Ricardo Reis…, la Oda triunfal, de Álvaro de Campos, , sin interrupción ni correcciones.
Hoy como he dicho estoy fascinada y quiero compartir con vosotros mis lectores este poema de Álvaro de Campos.
Si te quieres matar, ¿Por qué no te quieres matar?
Espero que lo disfrutéis tanto como yo
¡Ah, aprovecha! que yo, que tanto amo la muerte y la vida,
Si osase matarme, también me mataría…
¡Ah, si lo deseas, hazlo!
¿De qué te sirve el cuadro sucesivo de las imágenes externas
Al que llamamos mundo?
¿La cinematografía de las horas representadas
Por actores de convenciones y poses determinadas,
El circo policromo de nuestro dinamismo sin fin?
¿De qué te sirve tu mundo interior que desconoces?
Tal vez, matándote, lo conozcas finalmente…
Tal vez, acabando, comiences…
Y de cualquier forma, si te cansa ser,
Ah, cánsate noblemente,
¡Y no cantes, como yo, la vida por borrachera,
No saludes como yo la muerte en literatura!
¿Haces falta? ¡Oh sombra fútil llamada gente!
Nadie hace falta; no le haces falta a nadie…
Sin ti, todo seguirá igual sin ti.
Tal vez sea peor para los otros el que existas y no te mates…
¿Pena de los demás?…¿Tienes remordimiento anticipado
De que te lloren?
Tranquilízate: poco te llorarán…
El impulso vital apaga las lágrimas poco a poco,
Cuando no son por nuestras cosas,
Cuando son de lo que acontece a los demás, sobre todo la muerte,
Porque es la cosa después de la cual nada acontece a los demás…
Primero es la angustia, la sorpresa de la llegada
Del misterio y de la falta de tu vida hablada…
Después el horror del ataúd visible y material,
Y los hombres de negro que ejercen la profesión de estar allí.
Después la familia, el velorio, inconsolable y contando anécdotas,
Lamentando la pena de que hayas muerto,
Y tú mera causa ocasional de aquel lloriqueo,
Tú verdaderamente muerto, mucho más muerto de lo que tú suponías…
Lo mismo que si estuvieras mucho más vivo en la otra vida…
Después la trágica retirada al nicho o a la fosa,
Y después el principio de la muerte de tu recuerdo.
Hay primero en todos un alivio
Por la tragedia un poco latosa de que hayas muerto…
Después la conversación se aligera cotidianamente,
Y la vida de todos los días retoma su día…
Después, lentamente el olvido.
Sólo eres recordado en dos fechas, anualmente:
Cuando hace años que naciste, cuando hace años que moriste.
Nada más, nada más, absolutamente nada más.
Dos veces al año piensan en ti.
Dos veces al año suspiran por ti los que te amaron,
Y una que otra vez suspiran si por casualidad se habla de ti.
Si quieres matarte, mátate…
¡No tengas escrúpulos morales, recelos de inteligencia!…
¿Qué escrúpulos o recelos tiene la química de la vida?
¿Qué escrúpulos químicos tiene el impulso que genera
las savias, y la circulación de la sangre, y el amor?
¿Qué recuerdo de los demás tiene el ritmo alegre de la vida?
Ah, pobre vanidad de carne y hueso llamada hombre.
¿No ves que no tienes importancia absolutamente ninguna?
Eres importante para ti, porque es a ti a quien sientes.
Eres todo para ti, porque para ti eres el universo,
El mismísimo universo y los demás
Satélites de tu subjetividad objetiva.
Eres importante para ti porque sólo tú eres importante para ti.
Y si eres así, oh mito, ¿no serán los demás así
¿Pero qué es lo conocido? ¿Qué es lo que tú conoces,
Para que llames desconocido a cualquier cosa en particular?
¿Tienes, como Falstaff, un amor grasiento a la vida?
Si así la amas materialmente, ámala aún más materialmente,
¡Hazte parte carnal de la tierra y de las cosas!
Dispérsate, sistema fisicoquímico
De células nocturnamente conscientes
Por la nocturna consciencia de la inconsciencia de los cuerpos,
Por el gran cobertor no cubriendo nada de las apariencias,
Por el césped y la hierba de la proliferación de los seres,
Por la niebla atómica de las cosas,
Por las paredes torbellinantes
Del vacío dinámico del mundo…!
Uuuuuuuuuf!!! y gracias. Un abrazo M JEss
Date: Thu, 11 Apr 2013 21:09:12 +0000 To: elcotanillo@hotmail.com
Esta fantástico verdad. Te recomiendo su lectura a este otro pessoa.
GRACIAS iSABEL,POR PERSISITR EN LA FIGURA DE pESSOA,UNO DE MIS DIOSES¡ACABO DE SALIR DE ALTA DEL HOSPITAL EN DONDE ME INGRESARON POR NEUMONÍA.espero pronto ponerme al dia de tus blogs(elmde la semana anterior lo respondí ya con fiebre y expectoración)y de lo que he escrito estos dias de encierro forzado pero benéfico.es curiosos,pero no he necesitado fiebre para escribir.Lo iré pasando a limpio,en eso confío,aunque le queda a uno el cuerpo senil un poco traslucido.Besos.
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De nada Tony. Y cuidate esa neumonia. Es enfermedad del alma.