No sé si es el rumbo
No sé si este es el dolor
Aunque se instala
Y además
trepa
y sube
y asciende inflexible
y llega hasta las caderas
y se extiende
confabulando con el cuerpo
el arte de compartir espacio
para asentarse una y otra vez,
una y otra vez
una y otra
Y todavía no ha llegado la noche.
Y cuando llega el acmé del dolor,entonces todo es explosión de grisalla inhumana y te reduce a un punto,que los clínicos llamamos «tigger»,pero que es como una pantera rampante que azuza deseo malsano de placer invertido.
«Y todavía no ha llegado la noche».
Besos,Isabel.Toni Barceló.
asi es Tony.gracias.